Seguimos con la labor de visibilizar la luchas que miles de mujeres llevan a cabo diariamente para defender los derechos de todos y todas. Este mes el boletín “ Mujeres que trasforman” está dedicado a la defensa de la tierra y el territorio una lucha en la que están involucradas las defensoras en todos los rincones del mundo.
Contando la historia de cinco mujeres queremos visibilizar a miles de mujeres anónimas que cada día enfrentan las consecuencias del extractivismo en diferentes contextos. Denunciamos la situación de vulnerabilidad, riesgo, criminalización y violencias que afrontan las defensoras/es por el mero ejercicio de sus derechos, incrementándose cada año de manera alarmante las agresiones que sufren.
Actualmente existe una desmedida demanda de tierras a nivel global. Inversores y financieros del mundo entero buscan adquirir millones de hectáreas para lucrarse. En muchas ocasiones, estas concesiones se realizan a costa de comunidades y pueblos indígenas que son sus propietarios ancestrales e implican violación de derechos para estos y para campesinas/os, agricultoras/es, pastoras/es, pescadoras/es; personas y poblaciones que más la necesitan, porque dependen de la tierra para sobrevivir.
Los intereses de las empresas extractivas (petróleo, gas, mineras), de hidroeléctricas o de ganadería y agricultura intensiva, en algunas ocasiones, violan los derechos humanos, amenazan la integridad e identidad; de los pobladores originarios, su derecho a la consulta y al libre consentimiento libre, previo e informado antes de abordar cualquier proyecto que afecte a sus tierras; derechos a no ser desplazados o a la conservación y protección del medio ambiente.
Estos derechos, que son sistemáticamente violados son reconocidos en instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT o en la Declaración Universal de Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas
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